Ya
estamos en el aeropuerto. Encantados con el trato que nos han dado en Egyptair,
y es que acostumbrados a volar en low cost, esto es todo lujo…
Podríamos
meter hasta 2 maletas por persona, pero nos sirve con una. Llevamos la silla de
ruedas hasta la cabina, y para Saúl y Luna es un juguete nuevo. Yo no tengo aún
muchas ganas de usarla, pero en cuanto ando un poco, me alegro de tenerla.
Inma ha
superado con éxito la prueba de aparcar el coche, y me ha dado mucha alegría
verla aparecer. Tengo unos minutos para escribir estas líneas, y os incluyo mis
primeras fotos en la super silla. Ah!, por cierto, para vuestra tranquilidad
viajo sin escayola. Ayer me la cambiaron por
una super muñequera. Tengo un poco de dolor en la mano, y no puedo hacer
fuerza, pero esto me permitirá sumergirme en las aguas del mar rojo.
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