lunes, 24 de diciembre de 2012

Llegada a Luxor. Visitando templos



 Después de una navegación de 8 horas por el Nilo, saboreando el paisaje del desierto que nos ofrece el horizonte, más allá de la orilla fértil del río, y poco después de nuestra comida a bordo, llegamos a la impresionante ciudad de Luxor. El puerto está un poco retirado del centro, y el ambiente al desembarcar es tranquilo. Enseguida encontramos un taxi, con el que negociamos el recorrido turístico para poder visitar Carnak temple, y Luxor Temple. Quizás los más impresionantes mausoleos que pueden verse en Egipto.
Hoy me decidí a caminar sin la silla, pero pronto la echo de menos. Igualmente con  mi silla-periódico disfruto de la grandeza de estas obras arquitectónicas que tienen miles de años de historia en cada piedra. Escuchamos las explicaciones del guía español, que nos habla de dinastías de emperadores, y dioses. Cada pared y cada columna es un libro abierto con signos jeroglíficos, que aún sin saber interpretarlos,  nos transmiten belleza y profundidad histórica.
Cansados por la cantidad de información recibida, y lo imponente de las edificaciones, volvemos al barco, Saúl y Luna se quedan allí, y nosotros aún salimos a dar una vuelta con el taxista, hasta la hora de cenar. Vemos el ambiente de la ciudad por la noche, un gran mercado abierto a cualquier hora. Buscamos un ciber-té, y por fin puedo publicar en el blog, lo que llevaba ya escrito, un vistazo al correo, y volvemos a nuestro barco.

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