Desde Luxor salimos al medio día por carretera en dirección a Hurghada. El viaje previsto de 4 horas en autobús se prolonga más de lo deseable, por el pésimo estado de las carreteras. Casi a las 4 encontramos una peculiar “area de servicio”, como un oasis en el desierto, donde después de mucho rogar nos preparan una sencilla comida egipcia, sopa y pollo con arroz, con un especial aliño muy especiado, de postre un té y a correr.
Sobre
las 6 de la tarde llegábamos al complejo hotelero de cinco estrellas, que nos
acogerá durante 3 noches. Dulces y luces navideñas en la entrada nos recuerdan
que es Nochebuena, y en cuanto estamos instalados nos ponemos ropa limpia, una
duchita y bajamos a cenar. A los niños les encanta este sitio, y yo estoy
encantado de sentir esta temperatura en diciembre, y pensar que estamos a sólo
unos metros de las impresionantes playas del mar rojo.
Cenamos
con un poco de prisa, porque a las 21:30 ya recogen todo, aunque hay otra cena
luego de 22:00 a 23:30. Después de cenar hemos quedado con los otros españoles
para tomar unas copas y estrenar esta pulsera del “all included”, que nos
permite beber sin pagar…
Con una
partidita de cartas en la habitación nos damos por contentos para finalizar
esta noche buena, y pensar en la Navidad soleada que pasaremos aquí…
No hay comentarios:
Publicar un comentario