viernes, 28 de diciembre de 2012

La silla rota y regreso a la realidad egipcia

27 de diciembre:
Hurghada es un espejismo, un oasis en el desierto preparado para el turismo. Colonizado por los rusos y los ucranianos, que han visto en este lugar un perfecto lugar de inversión, donde escapar de los treinta grados bajo cero que padecen sus compatriotas menos afortunados. Aquí como en otros lugares del mundo, conviven la miseria con la opulencia, y del paraíso marino y los hoteles del “all included”  volvemos a El Cairo, una ciudad contaminada y masificada en poco más de una hora de vuelo.
Al salir del avión, una desagradable sorpresa, han roto la silla de ruedas. Nada grave pero el reposapiés está partido, y nos toca poner la oportuna reclamación. Luego un largo viaje con muchísimo tráfico, por carreteras sin acabar, cruzando  esta ciudad caótica para llegar a nuestro hotel cerca de las pirámides de Giza.

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